100% VINTAGE

Para muchos, el vintage es ya casi una religión. Y como en todas las religiones, no se debe mencionar su nombre en vano.

Por desgracia hay mucho "ateo" suelto en éste aspecto y nos encontramos calificada de vintage cualquier prenda de la temporada pasada.
Si según Penélope Cruz un vestido de Armani del 2005 es vintage, mis Levi´s 501 del instituto son pieza de anticuario...

Parece que nos dá vergüenza decir que una prenda es "vieja", pero hay que saber diferenciar entre "viejo" y "vintage".

Las piezas vintage se distinguen enseguida a las demás. Nos cuentan una história, nos narran un pasado, tienen un tacto diferente, un olor diferente, por no hablar del tallaje.

Se atesoran en nuestros armarios y se les dá un uso especial, que nos mueve a reconciliarnos con un pasado que, en algunos casos, ni siquiera hemos llegado a conocer.

Hoy os quiero presentar un par de piezas de mi armario, de las más antiguas dentro de las que catalogo como "vintage".

La primera pieza es una de las que más "trote" lleva. Una chaqueta corta y entallada, cerrada con cremallera, un diseño masculino de Daniel Hechter en terciopelo elástico. Marrón con franjas más oscuras y una franja mayor en horizontal negra.

Sorprende la cintura tan estrecha para ser un diseño masculino. Realmente tiene un corte muy favorecedor, que ópticamente reduce centímetros creando un efecto "cintura de avispa". También nace a principios de los ´70 y sigue en activo (en activísimo) aún. De hecho la suelo llevar bastante con vaqueros, pantalones tipo chándal en terciopelo para estar en casa, o incluso sobre vestiditos vaporosos.

La segunda es un smoking en crêpe rojo, de Ossie Clark, con el cuello en raso, el pantalón es de talle alto y corte campana (aunque no se aprecia en las fotos) y en su origen nació con una lazada en raso a modo de cinturón (perdida, por desgracia, en el tiempo).




Su nacimiento nos sitúa a principios de los ´70. Aunque es una talla 10 (equivalente a una 38), a mí a día de hoy me es imposible entrar... (lo que me hace reflexionar; la última falda comprada en asos.com es una 10 que no me da ningún problema).

Aunque ahora no me entre (y aún estoy azulada del intento de contener la respiración mientras abrocho los pequeños botones forrados en raso rojo), lo he conseguido lucir en alguna fiesta, con un éxito increíble.

Os iré enseñando más prendas, heredadas, rescatadas... en fin, prendas que puedan contar histórias y hablar por sí mismas...