sábado, 13 de febrero de 2010

McQueen visto por una madre


Parece de mención obligada la muerte de Alexander McQueen. Una conmoción que ha sacudido al mundo de la moda.

En cuanto a moda, debo decir que jamás me atrajo hasta el nivel de desear adquirir una pieza suya a toda costa. Pero le admiraba, le admiraba como se hace con los grandes, ante quienes tienes que quitarte el sombrero, el borsalino o la boina. Con morbosa curiosidad (y debido a una laaaarga noche de insomnio), asistí a la venta de BuyVip que se ofreció horas después de el anuncio de su muerte. En un cuarto de hora había volado casi todo. Y me mordí de rabia los labios; como siempre, la muerte revaloriza.


Pero en estos días no he dejado de pensar en McQueen... desde un punto de vista mucho más humano...


Solemos pensar egoístamente que lo peor que le puede pasar a una madre es perder a un hijo pero... ¿nos preguntamos con la suficiente frecuencia cómo se puede sentir un hijo ante la pérdida de su madre?...

Un sentimiento devastador de soledad, de desamparo, de rotura definitiva del cordón umbilical... hay quién puede vivir con ello, con el tiempo el dolor se puede llegar a atenuar, pueden quedar los recuerdos dulces impregnados de melancolía... hay quién no puede soportar la simple idea...


Lástima que se haya ido un grande.... como madre miro a mi pequeña y pienso qué sería de ella si yo faltara. Si me echaría de menos, si me recordaría... si podría vivir con ello.


No es un post demasiado alegre, lo sé...


Por ello os dejo una pequeña reflexión. Hace poco, a raíz del nombre del blog, hablaba con una amiga y debatiamos sobre si el chic debe ser sinómino de precio elevado o va mucho más allá.

Ayer, en la sala de espera de un médico, leyendo Marie Claire Italia de enero topé con una entrevista a Garance Doré en la que afirmaba :


"El lujo es tener estilo propio, la elegancia es ser gentil siempre. Y lo chic es sumarle a todo ello una sonrisa"


Ahí queda, para las mamis (y no mamis) que tratamos de seguir siendo chics pese a llevar el cinturón más apretado que nunca.

2 comentarios:

Una mamá (contra) corriente dijo...

Una entrada muy interesante, a la vez que triste...

Como te comenté, no conocía al diseñador, lo cual demuestra que de potingues se algo, pero de moda no se absolutamente nada.

Afortunadamente no sé lo que es perder a un padre o una madre, y espero que pasen muchos años antes de saberlo. Por desgracia, es ley de vida, pero todos tenemos en mente perder a unos padres ya en su ancianidad y no prematuramente, algo que, por ejemplo, le ocurrió a mi padre.

Imagino que para un hijo siempre es duro perder a una madre, pero creo que es aún peor para una madre perder a un hijo, porque es algo que va "contra natura".

Bueno, no me quiero poner tan filosófica!.

Para mi, el único riesgo de lo "chic" es caer en lo "pijo", algo que realmente detesto. Supongo que, por eso, clasifico a pocas personas como "chics", debe ser difícil alcanzar ese punto de sutileza y discreción!.

Besos.

ricinhos dijo...

Es una tragedia, toda pérdida prematura de un ser querido no puede considerarse otra cosa sino una tragedia. Y para una persona joven, aún más...

Cambiando de tema, creo que la definición de chic, depende más de los ojos de quién mira así que me es un poco difícl contarlo con palabras...